La situación en el competitivo de esports se ha vuelto tensa tras la suspensión de Bwipo, jugador de FlyQuest, por comentarios controversiales acerca de las mujeres. A pesar de sus disculpas y de reconocer la falta de apoyo hacia las jugadoras profesionales, sus opiniones sobre anatomía y ciclos menstruales han generado una fuerte reacción en la comunidad. Este incidente pone de relieve las desigualdades de género que persisten en el ámbito de los videojuegos.
A pesar de que no existen pruebas que demuestren que el género afecta el rendimiento en el juego, la mayoría de los competidores en el nivel profesional son hombres. Aunque hay torneos diseñados para mujeres, estos reciben menos financiación y apoyo. En contraste, jugadores como N0tail han acumulado más de siete millones de dólares en premios, mientras que Scarlett, la mujer mejor posicionada, apenas supera los 470.000 dólares.
El sexismo estructural y la falta de reconocimiento a las jugadoras dificultan su participación en el circuito competitivo. Para abordar este problema, es crucial cambiar la percepción general y adoptar una actitud más inclusiva que permita a todos los géneros competir en igualdad de condiciones.