El anuncio de Sacred 2 Remaster ha sorprendido a los aficionados a los videojuegos, especialmente a aquellos que experimentaron el subgénero de acción-RPG a través de Sacred 2: Fallen Angel. Este título, aunque intentó reformular la esencia de Diablo, ha sido considerado como una propuesta mediocre desde su lanzamiento en 2008.
El original de Ascaron en 2004 se destacó por ofrecer una experiencia de mundo abierto masiva, que superaba a sus competidores en el ámbito de los RPG de acción. Sin embargo, la secuela adoptó un enfoque más 'retro', utilizando parodias de tropes de RPG y fantasía que a menudo dificultaban tomar el juego en serio. La trama, ambientada aproximadamente 2,000 años antes de los eventos del primer juego, gira en torno a la lucha por el recurso valioso conocido como T-Energy, que está mutando a los seres en Ancaria.
A pesar de su ambientación en el mundo de Ancaria y la presencia de personajes como los Seraphim antiguos, la falta de personajes memorables ha limitado el impacto de Sacred 2. La narrativa se siente genérica y las líneas de diálogo 'meta' han acentuado la sensación de comedia no intencionada, lo que ha afectado la experiencia general del juego.