El proyecto de AYM esports, fundado por el futbolista Aymeric Laporte, ha llegado a su fin tras tres temporadas. La organización no ha logrado participar en competiciones en más de un año y ha acumulado pérdidas significativas, superando los 200.000 euros anuales en 2022 y 2023.
Desde su creación, el club realizó una inversión de más de 700.000 euros pero no consiguió monetizar su participación en el sector de los esports. En su primer año, las pérdidas alcanzaron los 263.000 euros, y en el segundo, se incrementaron a 264.000 euros. Durante este tiempo, los ingresos fueron inferiores a 10.000 euros, lo que resultó insuficiente para cubrir gastos que superaban los 300.000 euros.
AYM esports, que colaboró gestionando el equipo de la UD Almería, compitió en diversas ligas como la Segunda División de League of Legends y en la liga española de Valorant. A pesar de los esfuerzos por profesionalizar la estructura del club, incluyendo la contratación de directivos y la planificación de una sección de creadores de contenido, no logró consolidarse en la industria del gaming.